Zazén
especial y ceremonia budista por los familiares y amigos difuntos
Actividad
abierta a todo aquel que desee dedicar una memoria a sus seres queridos
Sábado 26 de octubre a las 09:00 horas, el Centre Zen Nalanda (calle
Agregació, 44, Barcelona) celebra una meditación especial y una ceremonia
budista por los difuntos.
Esta sesión está
dedicada a recordar las personas queridas que nos han dejado y a desearles una
buena nueva vida.
La sesión es abierta, puede
asistir toda aquella persona que desee dedicar una memoria en beneficio de los
seres que amó.
Para asistir sólo es
preciso llevar una flor para realizar
la ofrenda. Hay que llevar ropa de colores neutros o negra.
El
sentido de la ceremonia: transferir nuestro buen karma
En el budismo es muy
importante la muerte porqué representa el principio de una nueva vida. Cuando
la vida actual se extingue y llega a su fin ocurre lo que llamamos muerte, que
no es otra cosa que una nueva vida que se inicia de acuerdo con el karma
acumulado en la anterior vida e, incluso, en las habidas antes.
La ley del karma dice
que toda causa tiene su efecto. Por lo tanto, a lo largo de nuestra existencia
vamos acumulando buen y mal karma. Un buen karma alcanzado al final de la vida
nos ayudará a obtener una mejor existencia en la nueva vida y, si seguimos este
rastro de buen karma vida tras vida, llegará una existencia que, purificados ya
todo mal karma, ya no será necesario renacer y iniciar una nueva existencia de
sufrimiento.
Así, para ayudar en
este proceso de purificación espiritual, cuando meditamos o cantamos los sutras
generamos en nosotros un mérito de buen karma. Pero nosotros también podemos
ser compasivos y dedicar nuestro mérito a otros seres que lo necesiten.
Este es el sentido de
la ceremonia: transferir el mérito logrado por nosotros a los seres que un día amamos
cuando estuvieron con nosotros, y que este mérito transferido les sirva para
incrementar aún más su karma bueno y obtener así un mejor renacimiento, una
nueva mejor vida.
Hay un antiguo sutra
que dice:
EL ME LO DIO TODO
Adāsi
mē akāsi mē
El me
lo dio todo,
él
estuvo a mi lado,
y él
fue mi… [padre, madre, hermano, compañero, amigo].
Las
ofrendas que debemos ofrecer a los difuntos
son de
reconocimiento a lo que ellos hicieron en el pasado.
Ningún
llanto, ni dolor, ni ningún lamento
benefician
a los difuntos de las familias
que
actúan de esta manera.