ROHATSU 2016
Viernes 9-DIC por la noche se
inicia una sesión nocturna de meditación con motivo de la Iluminación de Buda
Durante la
noche del 9 al 10 de diciembre tiene lugar el Rohatsu, la conmemoración de la
iluminación del Buda, y con este motivo el Dojo Zen Nalanda celebra un zazenkai,
práctica ininterrumpida de zazén, durante toda la noche hasta el amanecer,
momento en que el Buda obtuvo el despertar.
Desde tiempo
inmemorial, la escuela budista Soto Zen celebra este zazenkai nocturno con
motivo de la iluminación del Buda que, según esta tradición, tuvo lugar en la
madrugada del octavo día del duodécimo mes (Rohatsu) [8 de diciembre].
La sesión se
celebra en estricto silencio. El primer zazén comenzará a las 22.10 de la noche
del viernes día 9 de diciembre, y terminará a las 7:00 de la mañana del sábado
día 10. Entre zazén y zazén hay intervalos de descansos. A las 7:00 tendrá
lugar una ceremonia de clausura con el canto sutras.
Dirige la
sesión: Josep Manuel So-sen Campillo, monje budista Zen.
Aportación: socios y amigos de Associació Nalanda,
donativo voluntario; no socios, 5 euros.
La tabla de
horarios previstos es la siguiente:
HORARIOS
22:10-22:50
ZAZEN
22:50-23:00
Kinhin
23:00-23:40
ZAZEN
23:40 - 24:00
DESCANSO
24:00 - 24:40
ZAZEN
24:40 - 24:50
Kinhin
24:50 - 1:30
ZAZEN
1:30-1:50
DESCANSO
1:50-2:30
ZAZEN
2:30-2:40 Kinhin
2:40-3:20
ZAZEN
3:20-3:40
DESCANSO
3:40-4:20
ZAZEN
4:20-4:30 Kinhin
4:30-5:10
ZAZEN
5:10-5:30
DESCANSO
5:30-6:10
ZAZEN
6:10-6:20 Kinhin
6:20-7:00
ZAZEN
7:00-7:10
DESCANSO
7:10 CEREMONIA
DE LA ILUMINACIÓN DEL BUDA (cantos de sutras)
LA ESTRELLA MATUTINA HA
SALIDO…
“Siddharta sintió
que la prisión en la que había estado confinado durante miles de vidas se
desintegraba. La ignorancia había sido su carcelero oscureciendo su mente, como
la luna y las estrellas por las nubes tormentosas. La mente, empañada por las olas
incesantes de los pensamientos engañosos, había divido la realidad en sujeto y
en objeto, uno mismo y los demás, existencia y no existencia, nacimiento y
muerte y, de dichas diferenciaciones, habían surgido las visiones erróneas -la
prisión de las sensaciones, el ansia, el aferramiento y el devenir-. Los
sufrimientos del nacimiento, vejez, la enfermedad y la muerte no hacían más que
engrosar los espesos muros de la prisión. La única solución era atrapar al
carcelero -la ignorancia- y contemplar su verdadero rostro. El medio para
eliminar la ignorancia era el Noble Camino Óctuple. Una vez eliminado el carcelero,
la cárcel desaparecerá para siempre jamás.
El ermitaño
Gautama sonrió y se dijo para sus adentros: “Oh, carcelero, ¿cuántas vidas me
has tenido confinado en las cárceles del nacimiento y la muerte? Pero ahora veo
claramente tu rostro y ya no podrás construir más cárceles a mi alrededor”.
Siddharta miró
al cielo y vio que la estrella matutina aparecía ahora en el horizonte,
centelleando como un inmenso diamante. La había visto muchas veces sentado bajo
el árbol pippala pero aquella mañana tenía la impresión de descubrirla por
primera vez. Era deslumbrante como la jubilosa sonrisa de la Iluminación.
Siddharta miró fijamente a la estrella. Movido por una compasión profunda,
exclamó: “Todos los seres tienen en su interior las semillas de la Iluminación
y, sin embargo, ¡se ahogan en el océano del nacimiento y la muerte durante
miles y miles de vidas!”.
Siddharta había
hallado el gran camino; había alcanzado su propósito y su corazón experimentaba
ahora una gran paz y serenidad perfectas.
(“La estrella
matutina ha salido”, en Camino Viejo, Nubes blancas. Thich Nhat Hanh)