domingo, 27 de noviembre de 2016

Sesión de Zazén de toda una noche


ROHATSU 2016
Viernes 9-DIC por la noche se inicia una sesión nocturna de meditación con motivo de la Iluminación de Buda

Durante la noche del 9 al 10 de diciembre tiene lugar el Rohatsu, la conmemoración de la iluminación del Buda, y con este motivo el Dojo Zen Nalanda celebra un zazenkai, práctica ininterrumpida de zazén, durante toda la noche hasta el amanecer, momento en que el Buda obtuvo el despertar.

Desde tiempo inmemorial, la escuela budista Soto Zen celebra este zazenkai nocturno con motivo de la iluminación del Buda que, según esta tradición, tuvo lugar en la madrugada del octavo día del duodécimo mes (Rohatsu) [8 de diciembre].

La sesión se celebra en estricto silencio. El primer zazén comenzará a las 22.10 de la noche del viernes día 9 de diciembre, y terminará a las 7:00 de la mañana del sábado día 10. Entre zazén y zazén hay intervalos de descansos. A las 7:00 tendrá lugar una ceremonia de clausura con el canto sutras.

Dirige la sesión: Josep Manuel So-sen Campillo, monje budista Zen.

Aportación: socios y amigos de Associació Nalanda, donativo voluntario; no socios, 5 euros.

La tabla de horarios previstos es la siguiente:

HORARIOS

22:10-22:50 ZAZEN
22:50-23:00 Kinhin
23:00-23:40 ZAZEN
 
23:40 - 24:00 DESCANSO

24:00 - 24:40 ZAZEN
24:40 - 24:50 Kinhin
24:50 - 1:30 ZAZEN

1:30-1:50 DESCANSO

1:50-2:30 ZAZEN
2:30-2:40 Kinhin
2:40-3:20 ZAZEN

3:20-3:40 DESCANSO

3:40-4:20 ZAZEN
4:20-4:30 Kinhin
4:30-5:10 ZAZEN

5:10-5:30 DESCANSO

5:30-6:10 ZAZEN
6:10-6:20 Kinhin
6:20-7:00 ZAZEN

7:00-7:10 DESCANSO

7:10 CEREMONIA DE LA ILUMINACIÓN DEL BUDA (cantos de sutras)


LA ESTRELLA MATUTINA HA SALIDO…

“Siddharta sintió que la prisión en la que había estado confinado durante miles de vidas se desintegraba. La ignorancia había sido su carcelero oscureciendo su mente, como la luna y las estrellas por las nubes tormentosas. La mente, empañada por las olas incesantes de los pensamientos engañosos, había divido la realidad en sujeto y en objeto, uno mismo y los demás, existencia y no existencia, nacimiento y muerte y, de dichas diferenciaciones, habían surgido las visiones erróneas -la prisión de las sensaciones, el ansia, el aferramiento y el devenir-. Los sufrimientos del nacimiento, vejez, la enfermedad y la muerte no hacían más que engrosar los espesos muros de la prisión. La única solución era atrapar al carcelero -la ignorancia- y contemplar su verdadero rostro. El medio para eliminar la ignorancia era el Noble Camino Óctuple. Una vez eliminado el carcelero, la cárcel desaparecerá para siempre jamás.

El ermitaño Gautama sonrió y se dijo para sus adentros: “Oh, carcelero, ¿cuántas vidas me has tenido confinado en las cárceles del nacimiento y la muerte? Pero ahora veo claramente tu rostro y ya no podrás construir más cárceles a mi alrededor”.

Siddharta miró al cielo y vio que la estrella matutina aparecía ahora en el horizonte, centelleando como un inmenso diamante. La había visto muchas veces sentado bajo el árbol pippala pero aquella mañana tenía la impresión de descubrirla por primera vez. Era deslumbrante como la jubilosa sonrisa de la Iluminación. Siddharta miró fijamente a la estrella. Movido por una compasión profunda, exclamó: “Todos los seres tienen en su interior las semillas de la Iluminación y, sin embargo, ¡se ahogan en el océano del nacimiento y la muerte durante miles y miles de vidas!”.

Siddharta había hallado el gran camino; había alcanzado su propósito y su corazón experimentaba ahora una gran paz y serenidad perfectas.

(“La estrella matutina ha salido”, en Camino Viejo, Nubes blancas. Thich Nhat Hanh)